1ª presentación (estreno) en el Centro Cultural Recoleta, 1989.
2ª presentación. 500 años de la Conquista, en la Manzana de las Luces, 1982.
3ª presentación. Feria de Mataderos, Av. de los Corrales 6500, Ciudad de Buenos Aires. Domingo 10 de octubre de 2010.
“Tierra de razas” es una original obra étnica, que narra los hechos violentos que ocurrieron con el descubrimiento y la llegada de los europeos, que trataron por todos los medios de hacer desaparecer la cultura que aquí estaba desarrollada. Hoy surgen los dueños naturales de estas tierras, con mayor fuerza y claridad.
La obra fue escrita junto a varios colaboradores, sobre idea del propio Ferrero, quien compuso la música y el guión de la misma. Esta obra apoyada por artistas del nivel como Leda Valladares, Tito Alberti, Ramón Ayala y el redactor comentarista de La Nación -René Vargas Vera- demostró su veracidad, su musicalidad étnica al comienzo y su evolutiva contemporánea casi al final, de manera tan comprensiva y bella, que hubo momentos escénicos que ponían la piel de gallina al público, tal fue la expresión vertida por el equipo de producción del teatro general San Martín, quien estaba presente en la sala. Cabe destacar, que su estreno fue impulsado por el ya fallecido productor y crítico artístico, Walter Tiers.
Elenco: Mirta Insaurralde (voz), Grisel Bercovich (voz), Rubén Carrasco (calchaquí), Marcelo Meza (guitarra y voz), Alexis Álvarez (relatos), Gabriel Callizaya (aérofonos, charango), Olga Marcela Farías (cello), Roberto Moreno (bajo), Santiago Hernández (percusión).
Asistentes: Verónica Molenberg (flauta, asist. Musical), Diego Gemoli (actor y puesta en escena), Leandro Kalen (teclado, laptop, percusión). Dirección General: Ruben Ferrero.
• Síntesis argumental (por Juan Manuel Avellaneda)
Ruben Ferrero, alumno de Pedro de Sáenz, Lita Spena y Antonio de Raco. Músico y compositor de repetidas visitas a Europa (Inglaterra, Roma, Bruselas, Alemania Hamburgo, Francia) frecuentador en Brasil de grandes como Hermeto Pascoal, y en la Argentina de figuras de la talla de Atahualpa Yupanqui, “el Mono” Villegas, ha tocado a cuatro manos junto a Eduardo Lagos y permanentemente hace presentaciones en vivo y registros fonográficos con artistas de renombre en distintas plazas musicales abordando con solvencia y ductilidad géneros como el free jazz, el tango y la música étnica, además de la de proyección folclórica entre otros.
Ferrero presentó en 1989 en el Centro Cultural Recoleta, durante la gestión directiva del arquitecto Giesso y bajo el entusiasta padrinazgo de Walter Tiers y la Sra. Leonor Soria, mentores del festival “Mar del Jazz” una novedosa obra étnica titulada “Tierra de Razas”, a cuyo estreno asistieron caciques de distintas naciones aborígenes. Se trata de una creación con relatos, canciones y melodías en la que se recorre la historia de nuestra América, desde la matriz de los tiempos hasta la actualidad. Esta suite de voces y música –supervisada por personal del Teatro General San Martín, donde finalmente por problemas de programación no pudo estrenarse- habría de ser repuesta unos años después en la Manzana de las Luces en conmemoración del quinto centenario de la conquista, en 1992.
Aquí su autor esboza una sinopsis argumental:
Es un espectáculo en cuatro actos: La Sabiduría, La Conquista, La Mixtura y Nueva América, cuya línea narrativa comienza cuando la Machi, depositaria del chamanismo aborigen, vaticina la llegada del español. El arte del Chamán es tratado aquí como una síntesis de la espiritualidad de la tierra, convocante de la armonía entre los humanos y mediador entre las fuerzas espirituales y de la naturaleza, que permite el éxito en el conflicto por la supervivencia siempre y cuando no se altere el equilibrio con los recursos que la madre tierra ofrece.
Sus otros narradores son El aborigen, caracterizado como esencia del humano natural, El conquistador español o huinca, comienzo de la mixtura, El criollo, fruto del injerto -no siempre pacífico- entre la originaria cultura y la impuesta desde las panzas de los barcos, El mulato, esclavo africano, su pasión y muerte por exterminio, El compadrito, encarnadura del tango y el Conquistador intemporal, hombre seducido por las inmensidades de la globalización, intérprete y amante de lo lejano impuesto como modelo.
Han colaborado con Ruben Ferrero en los textos de esta crónica melodramática (en la prístina acepción de acción y música) Marcos González Dávalos, Mariano Nahuelpan, Albá Llalléc y se han incluido textos mapuches de Hernán Deibe, fechados en la década del ’40.
Sus narraciones y temas musicales están registrados en un disco compacto que cuenta con las voces de Beatriz Pichi Malén, la familia Llalléc y Ramón Ayala, entre otros.